Laminado de chapa, su proceso y cepillos técnicos
El laminado de chapa es un proceso fundamental para la industria. Tal es su importancia, que resulta indispensable seguir un proceso estandarizado y minucioso. Solo de este modo se podrán incorporar los productos en la cadena de fabricación para la que han sido elaborados. En este artículo se explica en qué consiste, cómo se realiza y se analiza el papel que desempeñan los cepillos.
¿En qué consiste el laminado de chapa y cómo se hace?
En líneas generales, se trata de un proceso por el cual se prepara el acero para un uso en concreto. De este modo, se alteran sus características físicas para darle una forma que permita aprovechar mejor sus propiedades. Así, es posible modificar su composición interna para que sean más uniformes y encajen con la utilización que se les pretende dar.
Básicamente, se distinguen dos tipos de laminado: en frío y en caliente. Ambos métodos parten de la presión mecánica y recurren a la temperatura por un simple motivo. Y es que el acero es un material muy dúctil, lo que significa que responde muy bien a cualquier cambio de frío / calor.
Para explicar cómo se hace, es necesario distinguir entre los dos tipos.
Laminado de chapa en caliente
En primer lugar, se calienta el acero hasta que alcanza una temperatura de 925 grados. Esto permite aprovechar al máximo el material y disminuir al fuerza mecánica, ya que este alcanza un mayor grado de maleabilidad. De esta manera, se presiona la masa de acero hasta que se alcanza el grosor mínimo deseado.
Laminado de chapa en frío
Por otro lado, otra técnica aprovecha el frío para minimizar el riesgo de imperfecciones. Su nombre es una mera distinción, ya que se realiza a temperatura ambiente. Esto permite obviar el cambio de volumen del producto final, lo que lo convierte en un método ideal para trabajos que no requieran un grado tan alto de precisión.
El papel de los cepillos para laminado de chapa
Sin duda alguna, los cepillos técnicos son vitales para la industria del acero. Sus funciones son muy diversas, pero todas tienen en común que son vitales para que el resultado del laminado sea perfecto.
La principal función es la eliminación de impurezas. De este modo, las piezas tienen un acabado perfecto y brillante, libre de cualquier resto que pudiera quedar. Por otro lado, también se utilizan para la limpieza superficial de la masa de acero. Este es el paso previo al proceso de laminado y uno de los que garantiza su éxito.
Para cumplir con su función, el cepillo para laminado de chapa incorpora filamentos. Estos tienen una robustez y presentan una densidad increíblemente elevadas. Se trata de dar el toque final a las láminas sin rayarlas ni afectar a las características funcionales y estéticas que posea el producto final.
En definitiva, el laminado de chapa es un proceso fundamental. Los cepillos industriales, por su parte, se han consolidado como un aliado preferente en la industria del acero. Para obtener información adicional o conocer nuestros productos, solo hay que acceder a la página web de Cepillo Técnico.