¿Para qué sirven los cepillos con filamentos de carbón?

La constante transformación del sector industrial está llevando a un importante desarrollo de los cepillos y otros accesorios para el ámbito industrial. Entre ellos, destacamos los cepillos de filamentos de carbón y los de tipo electrostático.

¿Qué son los cepillos electrostáticos?

Los cepillos electrostáticos sirven para suprimir la electricidad estática y neutralizar así la carga electrostática de las bobinas de plástico. Son muy valorados en el ámbito industrial, tan propenso a la proliferación de problemas relacionados con la carga electrostática, ya sea por la abundancia de productos plásticos o por las características de determinados productos finales, como impresoras o cajeros automáticos.

Los tornillos quedan sujetos al cepillo mediante una serie de punzones o muescas, aunque también se puede emplear cinta conductora. Cada filamento debe estar eléctricamente conectado a tierra. En caso de que la zona que quiera protegerse sea particularmente ancha, pueden utilizarse varios de estos cepillos en un sistema de barra de montaje con conexión a tierra.

La función de neutralización que ofrece esta tipología de cepillo ocurre porque proporciona a la carga estática una salida hacia el suelo. Por tanto, estos cepillos deben montarse en el equipo situado al lado de la ubicación de la carga. Para que puedan cumplir con éxito su cometido, basta con conectarlos a una toma de tierra y a un cable con una sección mínima de 2,5 milímetros cuadrados. Por lo demás, el cepillo debe colocarse tocando ligeramente la superficie de descarga o dejando como máximo un espacio de 2 milímetros.

Son muy eficaces en aplicaciones con elevadas velocidades y pesadas cargas. Cabe recordar que no necesitan gastos de mantenimiento, por lo que son utilizados con frecuencia en instalaciones de procesamiento de plásticos de todo tipo, especialmente en aquellas que requieren una rápida y efectiva descarga de la electricidad estática.

Cómo son los cepillos de carbón

Los cepillos hechos con carbón son ideales para el ámbito industrial. Suelen constar de uno o varios bloques de carbón, ya que es un solvente conductor de electricidad. Al mismo tiempo, es un material tan suave que facilita un contacto consistente. Para prolongar su funcionalidad, basta con sustituir regularmente los filamentos desgastados.

Para reconocer y valorar su calidad, hay que prestar atención al grado del cepillo, que se encuentra reflejado en la cara del carbón. Así puede conocerse con exactitud su composición, así como el proceso llevado a cabo para su fabricación.

Los diferentes grados que se emplean obedecen a variaciones en las materias primas, la técnica de moldeo, la temperatura de horneado, la duración del procedimiento y cualquier tratamiento posterior. De esta manera, se miden la dureza y resistencia de cada modelo, lo que también ayuda a explicar los parámetros de contacto o el nivel de fricción, entre otras variables.

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